Formación original
Luis Alberto Spinetta (guitarra y voz)
Black Amaya (batería)
Osvaldo Frascino (bajo, guitarra y voz)
Luego se agrega
Carlos Cutatia (teclados)
Reemplazo
David Lebón (bajo, guitarra y voz) reemplazó a Osvaldo Frascino
Discografía
Álbumes
Desatormentándonos (1972)
Pescado 2 (1973)
Simples
Post-crucifixión / Despiértate nena (1973)
Me gusta ese tajo / Credulidad (1973)
Todas las hojas son del viento / Superchería (1973)
“A mi regreso de
Europa no sabía si iba a formar un grupo o no, pero de movida lo bauticé. Uno
de los primeros nombres que se me ocurrieron fue Pescado Rabioso, aunque
en un principio lo deseché porque pensé que era muy complicado. El nombre, en
realidad, corresponde a una contradicción entre un perro rabioso y un pescado.
Funciona como una paradoja. Hay otros animales que también enferman de rabia,
desde el hombre hasta el gato, ¿pero cómo podría un pez contagiarse la
hidrofobia?”
Así relata Spinetta la
creación de Pescado Rabioso en una serie de entrevistas realizadas por Eduardo
Berti entre septiembre y noviembre del año 1988, publicadas en el libro Spinetta:
crónica e iluminaciones.
“En algunas semanas
encontré a los músicos que necesitaba. Ellos eran Black Amaya (batería) y Bocón
Frascino (bajo). Ambos habían pasado por las diferentes formaciones que tuvo
Pappo, pero que no se concretaban. Yo antes había intentado tocar con otro
baterista, Pomo, pero en ese momento él y Machi –que luego formarían Invisible
conmigo– trabajaban con Pappo. Luego, hablando con Black, decidimos que el
bajista tenía que ser Bocón Frascino, quien antes se había desempeñado como
guitarrista rítmico en otras agrupaciones.”
Una vez formada la banda,
y luego de intensos ensayos, Pescado Rabioso hace su debut en vivo en el cine
teatro Metro el 5 de mayo de 1972. Para esa ocasión la banda tenía preparado un
volante que se repartiría entre el público, en el cual se decía:
Tras esta presentación,
la banda participa del ciclo B.A. Rock llevado a cabo en el teatro Don Bosco de
San Isidro, realizando luego distintas presentaciones entre la ciudad de La Plata
y Buenos Aires.
Ya en sus comienzos se
hacía claro que Pescado Rabioso no era una banda más en el ambiente rockero de
1972. Más allá de que Luis Alberto Spinetta hubiera integrado Almendra un par
de años atrás, por lo cual tenía el reconocimiento del público, Pescado Rabioso
se revelaba como una experiencia totalmente distinta y novedosa para quienes
concurrían a los recitales. Aun no había editado ningún disco, pero ya las
presentaciones del grupo atraían a un público cada vez mayor en el circuito casi
subterráneo del rock de aquel entonces. La fuerza de la banda en vivo, la
originalidad y crudeza de las canciones (muchas de las cuales permanecerían
inéditas), como así también el carisma de Luis Alberto en escena, confluían en
un mensaje de liberación que intentaba estallar, provocar un impacto revelador
en la audiencia.
El viernes 23 de junio de
1972 el trío reúne a más de mil personas en el teatro Atlantic. A propósito de
este recital aparece, bajo el título “El mazacote incendiario”, la
siguiente nota en el número 29 de Pelo: “La presentación de Pescado
Rabioso generó un clima realmente especial en el teatro: algo pesado, algo
poético, algo agresivo había sacudido a los que concurrieron a defenestrar o
aprobar (…) Allí había quedado la bola, el mazacote incendiario que
proyectan las letras y las músicas de Pescado Rabioso, claramente delineadas y
rumbeantes hacia la creación de situaciones revolucionarias, una actitud no
demasiado generalizada en esta etapa del rock nacional argentino, pero seguramente
más virulenta y clara que las leves instrucciones de años anteriores.”
Desatormentándonos
Pocas semanas después de ese recital, el
grupo entra a los estudios Phonalex para grabar su primer LP,
Desatormentándonos.
Hacia el final de las sesiones de grabación se suma al trío, integrado por
Spinetta, Bocón y Amaya, el tecladista Carlos Cutaia en Hammond, participando
en el último tema del disco, “
Serpiente (viaja por la sal)”. El resto de
los temas (“
Blues de Cris”, “
El jardinero (temprano amaneció)”, “
Dulce
3 nocturno” y “
Monstruo de la laguna”) fueron grabados por el trío.
Afuera del disco quedan una serie de composiciones inéditas como “
Pibe”,
“
Tabla de nada”, “
La fiebre paranoica”, “
Mensaje a las larvas”
o “
Ya es el momento, ya”. Para esa época aparece también el simple con
los temas “
Credulidad” y “
Me gusta ese tajo”, tema este último que tendría
numerosos problemas con la censura, tanto en el momento de su aparición como en
años posteriores.
Acerca del título del primer disco del grupo,
Spinetta dijo alguna vez que: “La violencia de la música y de los nombres
del grupo y del disco eran un armamento para luchar contra la mediocridad y
evitar que se estableciera un vínculo en base a la chatura de algo anterior.
Siempre temí que a la gente le quede lo menos sustancioso y perdure una imagen
de vos que no tolerás. Desatormentándonos era oponerse a esa mentalidad
argentina que erige ídolos para luego desmitificarlos. Yo esperaba que esa
violencia reaccionase por medio de la creatividad, porque si uno se expresa no
puede estar atormentado por las cosas. La creatividad sería una forma de
suprimir el dolor que da despegar, sería una forma de despegar sin pensar que
es algo imperativo, sino que el hecho de despegar sea siempre lo presente.
“Por otra parte, los estados
paranoicos, los escritos que hice en Francia, me habían dejado la sensación de
que me había marcado rutas tempestuosas dentro de mí y que también había visto
profundos abismos. Desatormentándonos implicaba moverse en esas aguas, como si
se pudiera sumergir una linterna para observar lo que pasa alrededor, y
asumiendo que todo eso forma parte de uno.”
En Spinetta: crónicas
e iluminaciones, y respondiendo a la pregunta sobre qué quería decir en “El
monstruo de la laguna” con la frase “la caridad del universo es falsa /
la tempestad se cogerá nidos”, Spinetta amplía el concepto de Desatormentar:
“Se cogerá
nidos. Violará la tranquilidad de los niños. Podés ponerlo de otra manera si
querés... la idea es que no hay un abrigo verdadero, no hay una guarida. Ese es
el espíritu de Pescado Rabioso: había que inventar un mundo para salir a la
intemperie. Un mundo que te desatormentase de la intemperie que, si no, te
sometía y te dejaba tirado ahí abajo. Creo que mi actitud fue un poco
omnipotente, al decir: yo soy el guerrero que lleva esto adelante y mirá cómo
van a caer todos los malditos. Fue como asumir mi parte “heavy metal”, que te
convierte a vos mismo en un ejecutor. Hoy te diría que ésa es una forma
artaudiana y que el disco anticipa otras cosas que luego aparecen en mi obra.”
El mensaje de liberación,
el sentido revolucionario, en un sentido poético, y en un sentido real
concreto, del grupo era claro. El LP llevaba en el sobre
interno el siguiente texto, escrito por Spinetta:
“El pueblo
es la estrella mágica. Todos la vemos parecerse al río. Los gusanos de los
emperadores trepidan en apocalíptico festín. Ellos no tienen tiempo de recurrir
a las armas. La estrella las fusionó todas en un plano infinito. La cabellera
de los torturadores sangra en mi carro. Nosotros: desatormentándonos para
siempre.”
Y una posdata:
“PD: Yo te amo Beatles”.
Pescado 2
En octubre
del ´72 Osvaldo “Bocón” Frascino deja Pescado Rabioso para “emprender una
búsqueda religiosa” y, durante un tiempo, la banda vuelve a tocar como
trío, pero esta vez con Luis en guitarra y voz, Black Amaya en batería y Carlos
Cutaia en teclados, quien tocaba los bajos con los pies, pulsando los pedales
del órgano. Con esta formación desembarcan en canal 11, donde estrenan temas de
su segundo disco, como ser “Iniciado del alba” y “Poseído del alba”,
“Como el viento voy a ver” y “La cereza del zar”.
En noviembre
el trío vuelve a internarse en Phonalex para grabar lo que luego sería Pescado
2, su segundo álbum, que completarían entre noviembre de ese año y febrero
de 1973. Es en medio de estas grabaciones que se une al grupo David Lebón en
bajo, quien para ese entonces tocaba la batería en Color Humano, banda de Edelmiro
Molinari, ex guitarrista de Almendra: “me hice amigo de Emilio del
Guercio, a través de quien conocí muy de cerca a Luis. Entonces se armó un amor
muy especial entre Luis y yo. Un día le pregunté si podía tocar con él. “Vos
estás con Edelmiro”, dijo. “No importa, dejo ya mismo”. Cuando Luis dijo que sí
fue como si el mundo de la música me hubiese aceptado. Mientras tanto, tuve que
decirle a los chicos de Color Humano que viajaba a los Estados Unidos porque no
sabía cómo explicarles que empezaba a grabar el nuevo disco de Pescado Rabioso”.
De todos modos, algunos temas del disco, como “Iniciado del alba” y “Poseído
del alba”, ya habían sido grabados para ese momento con bajos de Cutaia en
el órgano.
Para Spinetta, el incluir
a Lebón en Pescado Rabioso produjo una modificación en la dirección del grupo.
Si bien hasta el momento Pescado estaba formado, según palabras de Spinetta,
por músicos agresivos pero no demasiado creativos, Lebón, además de tocar bien
guitarra, bajo, batería y cantar, también componía: “En ese disco –recuerda
Lebón– yo grabé mi primer tema: “Mañana o pasado”, que en SADAIC figura como
“Hola dulce viento”. Recuerdo que cuando le mostré esa canción a Luis, él se
largó a llorar. En esa época vivíamos juntos, en mi casa, durante casi un año,
hasta que yo me casé por primera vez y él se fue de casa por decisión propia. Ese
año lo conocí muy profundamente. Conversábamos de la vida y de cosas
espirituales, vivíamos mucho en la calle, compartíamos mujeres. Éramos como la
“extraña pareja”, e incluso sé que se ha dicho por ahí que estábamos casi
enamorados. Supongo que quienes hablaban de una relación homosexual alimentaban
sus fantasías en el hecho de que yo, en algunas actuaciones, aparecía vestido
de mujer. Pero eso era una broma”. En
1984 Lebón dijo al respecto que “cuando tocaba en Pescado Rabioso quería ser
una estrella, quería superar a Spinetta. Cuando me vestía de mujer y todo eso,
lo hacía porque necesitaba que me miraran, porque me sentía solo”
.

El 2 de febrero de 1973,
Pescado Rabioso llena el Teatro Astral. En ese recital Lebón sorprende al
público con un vestido de mujer. Nota de Pelo N° 34: “Pescado volvió a una
sala grande y lo hizo quizá más preciso que nunca, con una clara depuración en
su sonido y su estilo cada vez más pesado. Spinetta parece por momentos
transgredir sus propias propuestas musicales. O mejor dicho, las que el público
espera de él. Esto crea un cierto sentimiento de desilusión en el público, pero
a la vez resulta un incentivo para la creación y para la percepción de nuevas y
diferentes entregas”.
Para ese momento Spinetta
estaba en su pico creativo; casi todos los temas contenidos en Pescado 2
son ya clásicos, y acaso lo mejor que se haya grabado nunca dentro del rock
nacional, pero ese también era un muy buen momento para los otros integrantes
de la banda. Recuerda Black Amaya para el libro Historias del rock de acá,
de Ezequiel Abalos: “Al año siguiente (por 1973) ya éramos capos, tocábamos
mucho y ganábamos un montón de plata. Ahí me compré una batería Pearl. Un día
me encuentro con Pappo, que estaba tocando con Machi y Pomo, y me dice:
“Nosotros somos Cream y ustedes son Traffic”, y yo le dije “no, nosotros somos
los Rolling Stones y ustedes, Cream.” Siempre se lo recuerdo y se ríe”.
Finalmente,
el álbum se editó como un disco doble, uno llamado Pescado y el otro
2. La idea de continuidad entre los dos discos estaba marcada claramente
por el último tema de Pescado (“Peteribí”) y el primer tema de 2
(“16´´ de Peteribí”) que funcionaban como puente entre los dos vinilos.
Al mismo tiempo, el disco estaba acompañado por un cuadernillo a cargo de Spinetta
y “varios colaboradores”, en el cual evidenciaba la dirección de su
proceso creativo en ese momento, además de explicar e ilustrar cada tema del
disco.
De los temas del disco, “
Cristálida”
es el que se presenta como más ambicioso, es el tema más imponente que Spinetta
había editado hasta el momento. David recuerda las sesiones de grabación: “
Trajimos
a músicos del Teatro Colón para que tocaran las partes de cuerdas. Los tenía
que dirigir Cutaia pero los tipos lo probaban, lo querían correr. Finalmente se
dieron cuenta de que Cutaia sabía de eso y grabaron sin vueltas. Nosotros nos
sentimos muy bien cuando Cutaia demostró que podía hacerlo”. A su vez,
Spinetta dice del tema en sí: “
Creo que el verso clave de esta canción es
“cómo hacer que este valle de huecos no suba más por mí”. Cómo hacer que los
sueños mitológicos no perturben más. “El valle de huecos” es el valle represivo
del miedo, del pecado. Las cosas más represivas del alma. El tema es
anticlerical y antidogmático. Después yo digo “No tengo más Dios” como un grito
de liberación. Yo buscaba la libertad pero mi sueño de libertad se veía
amenazado por los monstruos que yo mismo había generado. Al decir “No tengo más
Dios” decía: no al Dios que yo reconozco en el Olimpo, quiero un Dios
individual. Quiero mi Olimpo propio, mis poderes propios, y no la alienación.
La alienación sería aceptar una represión del tipo religioso, o la inoculación
del poder religioso en la vida social.”
Otro tema
imponente del álbum es “Credulidad”. Según Spinetta, este tema habla “de
la impecabilidad que debe existir para sobrepasar los mares afectivos”, “Si
en la vida hay algo que marca (el “marcapiel”) es el amor. Creo que lo único
peor a sufrir un desengaño amoroso es que te torturen. Cuando un amor se
quiebra en el aire la herida es imperecedera, como un estigma. Por eso, para
olvidar a una persona de la cual uno está o estuvo enamorado se requiere de
cierta impecabilidad, porque si no uno se convierte en un tirado, un
paralizado. Yo estuve a punto de convertirme en algo así, de no haberme
encontrado con amigos que me ayudaron y de no haber tenido determinado valor,
porque hay algo pasional en mí por lo cual yo moría cuando mis relaciones
amorosas llegaban a su fin.”
El disco, ya
sea como unidad o ya sea tomando cada tema por separado, era impecable. Tanto
el público como la crítica respondieron colocándolo desde un principio en un
lugar de privilegio dentro del cúmulo de discos del todavía joven rock
nacional. Pero, a pesar de esto, en el momento de aparición de Pescado 2, el
grupo ya se encontraba en proceso de disolución.
El final
“Uno,
docena, tricota, ford falcon”, marcaba Spinetta y Pescado Rabioso arrancaba con
“Postcrucifixión”. Esto ocurría en la película Rock hasta que se ponga el sol,
dirigida por Aníbal Uset, que se estrenó el 8 de febrero de 1973 y recogía
imágenes del festival B.A. Rock III, realizado en 1972 en el club Argentinos
Juniors. En una escena, Luis recorría el escenario con una baliza sobre su
espalda encorvada. Durante otra función no filmada “cubrieron el stage con
tortas de la confitería Duna y el recital terminó al mejor estilo Los Tres
Chiflados”
.
La
película, un disco del mismo nombre y el simple que contenía “Postcrucifixión”
y “Despiértate nena” fueron el testamento de Pescado Rabioso, que se separó a
comienzos del '73 “sin pena ni gloria”, según Spinetta. Entre los motivos del
final recuerda que: “Por un lado, a David le gustaba mucho tocar el bajo pero
no podía suprimir su alma de guitarrista. Por otro lado, Cutaia, David y Black
querían cambiar el estilo del grupo y que fuera más blusero. Querían dejar el
lado lírico y hacer más rock & roll. Yo viví eso como una gran paradoja:
Pescado Rabioso era yo, y podía haber tenido esos músicos como otros; quería
tocar mis canciones, expresarme tal como me sentía, y me parecía una deformidad
empezar a sacar temas de rock y blues como si fuera la época de Manal. Por
entonces aún subsistía esa manía de tocar rhythm & blues, pero poco después
David sacó su disco solista y no era solamente en ese estilo. Al fin y al cabo
era tan lírico como yo”.
“Quería
continuar un estilo violento; con distorsión, con bateristas duros. Pero
Pescado en trío era una cosa, y un cuarteto con David es otra. La primera parte
(la del trío) es la de más fiereza (…) igualmente, en Pescado 2 rozábamos zonas
duras, como “Sombras de la noche negra”. Al disco lo estuve escuchando hace
poco y lo veo con una intención bastante avanzada. Sin poderme desprender de
ese material acústico, podemos decir que en Pescado lo que prevalece es esa
ira, esa descarga de rabia. La idea del grupo era un poco esa. Para mí fue como
limpiarme de pesadillas. Pescado fue tomar el mundo y hacerlo de uno”,
(Suplemento Sí, 1/2/91).
Pero
Spinetta nunca quiso hablar demasiado del momento concreto de la separación.
Black Amaya lo recuerda de esta manera: “(en Pescado 2) empieza a cambiar un
poco la onda de Luis. Cuando empecé a tocar con Luis era lo que yo estaba
buscando, pero después empecé a aburrirme un poco. Él empezó a perfilarse para
otro lugar, una mano más arreglada tipo lo que después fue Invisible. A lo
último escribía un tema y yo no lo entendía; estaba leyendo mucho a Artaud,
Rimbaud. Primero se fue Cutaia, después David y después yo. El flaco se quedó
solo, sentado en una butaca de la sala Planeta, se sintió abandonado porque
quería seguir tocando con Pescado, y me dijo que no iba a tocar nunca más
conmigo. Como se quedó solo y quedaba pendiente grabar un disco más con
Microfón, grabó Artaud con los temas que tenía para Pescado Rabioso; cuando escuché
Artaud me quería matar”.
Artaud
“Los
músicos que aparecen en este disco sólo están ligados a la idea de Pescado
Rabioso por las circunstancias de la grabación y a expreso pedido de Luis
Alberto Spinetta”. El texto estaba impreso en la contratapa del LP, editado en
Octubre de 1973, cuya portada era deforme, con puntas que sobresalían hacia los
costados, y que llevaba el nombre de Artaud (en un principio el álbum fue
bautizado por la gente como “el deformé”, otros le decían “ataúd”, por
desconocer al poeta francés y porque la ´r´ de Artaud era poco visible).
El
disco fue grabado por Spinetta, su hermano Gustavo y dos ex músicos de
Almendra: Emilio Del Guercio y Rodolfo García. Spinetta conservó el nombre de
Pescado Rabioso, más allá de la explicación dada más arriba por Black Amaya,
“Porque en realidad no me gusta un artista que se llama Luis Alberto Spinetta.
Me parece muy pomposo. Como es mi nombre no lo puedo evitar, pero me gustaría
más llamarme Jimmy Choto... no sé. Esa fue una de las razones, lo cual no deja
de ser una perfecta idiotez. Otra razón fue que les quise demostrar a los
ex-miembros del grupo que Pescado Rabioso era yo”.
Artaud
fue presentado en el Teatro Astral en una serie de recitales por la mañana,
tocando Spinetta sólo con su guitarra acústica y, en algunos momentos,
acompañándose con una guitarra eléctrica. En los momentos previos al concierto,
mientras la gente entraba a la sala, se proyectaron fragmentos de El gabinete
del doctor Caligari (de Robert Wiene) y Perro andaluz (Luis Buñuel y Salvador
Dalí), dos clásicos del cine mudo, con música de fondo de Pink Floyd en su
reciente álbum Dark side of the moon.
A
cada espectador de la sala se le entregaba una copia de un manifiesto escrito
por Spinetta: “Rock: música dura, la suicidada por la sociedad”, del cual
Spinetta dice: “no sólo estuvo motivado por mis lecturas sino por el hecho de
que existía un rechazo generalizado hacia el rock de parte de quienes sostenían
que no era música argentina y que nosotros no formábamos parte de la sociedad y
la cultural local. Creo que hoy esa marginación ya no es igual, por eso
considero que la parte filosófica del manifiesto es más vigente que aquellas
partes donde hay apreciaciones en el campo de lo profesional”.
Acerca
de las lecturas de Artaud que pudieron inspirar el disco, Spinetta dice: “Los
dos libros más importantes, que tienen que ver con el disco, son Heliogábalo,
el anarquista coronado y Van Gogh, el suicidado por la sociedad. En realidad
Heliogábalo me había impactado mucho más pero no lo podía transcribir a la
temática del disco. Luego, el Van Gogh de Artaud me llevó a leer las cartas de
Vincent Van Gogh a su hermano Theo, de donde están sacadas varias imágenes de
la “Cantata de puentes amarillos”. Pero antes que nada te quiero aclarar que yo
le dediqué ese disco a Artaud pero en ningún momento tomé sus obras como punto
de partida. El disco fue una respuesta –insignificante tal vez– al sufrimiento
que te acarrea leer sus obras.
“La
idea del álbum era exponer la posibilidad de un antídoto contra lo que opinó
Artaud. Quien lo haya leído no puede evadirse de una cuota de desesperación.
Para él la respuesta del hombre es la locura; para Lennon es el amor. Yo creo
más en el encuentro de la perfección y la felicidad a través de la supresión del
dolor que mediante la locura y el sufrimiento. Creo que sólo si nos preocupamos
por sanear el alma vamos a evitar distorsiones sociales y comportamientos
fascistas, doctrinas injustas y totalitarismos, políticas absurdas y guerras
deplorables. La única forma de hacer subir el peso es con amor.
“Los
músicos de rock somos tipos que estamos muy desorientados. Hemos involucrado
mucho a nuestro sistema neurológico y hemos aprendido muy poco de la historia
reciente. Pero hay algo claro: no podemos jugar a ser Artaud. Eso significaría
no haber entendido a Moris, no haber entendido a Lito Nebbia, no haber pescado
una. Si yo no hubiera aprendido a salir de ésa y ubicarme en mi país, no
estarías conmigo en este momento: Spinetta sería apenas un nombre en una chapita
de bronce, chorreada de caca, en la inmensidad de algún cementerio”.
A
continuación van reflexiones de Spinetta acerca de temas de Artaud, vertidas en
el libro de Berti:
Starosta
el idiota: “Starosta no es nadie y a la vez somos todos. Es un nombre que nos
llamaba la atención con Emilio (Del Guercio), desde muy temprano (Se ríe).
Cuando yo era chico había unas figuritas que se llamaban Starosta y también una
marca de cucuruchos para helado. En la letra del tema no menciono ningún
apellido pero a la hora de ponerle un título me acordé de Starosta que, para
mí, es el nombre de un idiota. Nadie se puede llamar así. Imaginate que
Spinetta se parece bastante a Starosta... como si fuera un Spinetta exagerado
que termina siendo un idiota. En la canción le hablo a esa parte idiota que
tengo: “no llores más, ya no tengas frío / no creas que ya no hay más
tinieblas””.
Todas
las hojas son del viento: “(…) mi antigua mujer iba a tener un hijo con otra
persona. Yo ya había sellado esa relación para siempre con el “Blues de Cris”
pero nos seguíamos viendo y ella me contó que tenía dudas de tener el bebé o
no. Finalmente decidió tenerlo. Yo escribí “Todas las hojas son del viento”
porque en ese momento ella era como una hoja en el viento, al tener que decidir
algo semejante”. Acerca del asunto de las drogas, Spinetta dice: “Nunca hubo en
mí semejante intención moralizadora. Yo no predico; yo vivo y lo hago con un
convencimiento. Pero en esa canción, cuando digo “cuídalo de drogas” en
realidad estoy diciendo: “Cuídalo de tu propia droga”. Todos los que pudimos
salir de la mano pesada y mirar hacia atrás siempre concluimos que nuestros
padres, la sociedad, la bomba atómica, Hitler, la Iglesia... todo eso nos llevó
a consumir drogas, y ésa fue nuestra forma de relacionarnos con el mundo.”
Por:
“Es una lógica medio surrealista. Esa canción la hicimos con Patricia, mi
actual mujer, una tarde, en la vieja casa de Arribeños. Como la música ya
estaba escrita todo fue cuestión de que las palabras entraran justo en la
métrica. “Gesticulador”, por ejemplo, está puesto para que entrara a medida.”
Las
habladurías del mundo: “Entonces se comentaba que yo estaba saliendo con tal o
cual mina, o que me picaba, la canción responde a todo lo que siempre se dice
de alguien que es famoso, que se hace público.”
Cementerio
club: “Cuando me preguntan en qué me inspiré para alguna canción, yo respondo
que muchas veces partía de la necesidad de hablar de otras cosas, aunque
finalmente terminé hablando de lo mismo que el noventa por ciento de la gente.
Casi siempre los primeros dos versos establecen el código de lo que vas a decir
y vos no podés dominar eso. Por ejemplo, cuando escribí: “Justo que pensaba en
vos, nena, caí muerto”, no sabía que después iba a decir todo lo otro ni que
iba a terminar llamándose “Cementerio club”.
En
cuanto a la “Cantata de puentes amarillos”, la letra se inspiraba, más que en
textos de Artaud, en las cartas que Van Gogh le enviara a su hermano Theo,
compiladas en el libro cartas a Theo que, dice Spinetta, “despertaron imágenes
en mí”. Spinetta llega a estas cartas después de la lectura de Van Gogh, el
suicidado por la sociedad, de Antonin Artaud.
Un
verso de la Cantata, “Mira el pájaro / se muere en su jaula” corresponde
claramente al siguiente párrafo de una carta de Van Gogh:
“Un
pájaro enjaulado en primavera sabe poderosamente bien que hay algo para lo cual
serviría, siente poderosamente bien que hay algo que hacer, pero no puede
hacerlo. ¿Qué será? No lo recuerda bien:
luego, tiene ideas vagas y se dice: “los demás hacen sus nidos y tienen sus
pequeños y los crían”; y luego se golpea el cráneo contra los barrotes de la
jaula. Y la jaula queda ahí y el pájaro está loco de dolor.
“Ese
es un holgazán”, dice otro pájaro que pasa, “ése es una especie de rentista”. Empero
el prisionero vive y no muere, nada aparece por fuera de lo que le pasa
adentro; está bien de salud, está más o menos alegre bajo los rayos de sol.
Pero viene la estación de las migraciones. Ataque de melancolía. “Sin embargo
–dicen los niños que lo cuidan en su jaula–, tiene todo lo que necesita”. Pero
él sigue mirando, afuera, el cielo hinchado, cargado de tormenta, y siente,
dentro de sí, rebelión contra la fatalidad. “Estoy enjaulado. Estoy enjaulado.
Y, por lo tanto, no me falta nada. Imbéciles. ¡Ah, por piedad, la libertad!
¡Ser un pájaro como los demás pájaros!””.
Otra
cosa
Finalmente,
el 23 de noviembre de 1973, un mes después de la presentación de Artaud en el
teatro Astral, Spinetta presenta junto a Machi y Pomo, también en el teatro Astral,
su nueva agrupación: Invisible.
Diez
años después de separarse Pescado Rabioso, Spinetta declaró:
“Pescado
respondía a una visión personal mía, no era un grupo tan participatorio.
Abandoné en parte una creación comunitaria como había sido Almendra y me puse a
desarrollar un estilo que me copara absolutamente a mí, obedeciendo a mis
últimos cambios. Había llegado Hendrix y ya no quedaba tiempo en la cabeza para
mirar hacia atrás, era como un volcán. Me olvidé del bandoneón, me olvidé de mi
tradición, de la tradición inglesa y americana, era todo AHORA. Empezó a salir
otro tipo de libertad interior, un metabolismo diferente, cambiando la piel y
las reacciones. No alcanzaban ni las palabras ni la música para mandar al
frente todo lo que estaba sintiendo. Es la guitarra eléctrica como espada de
fuego contra los reaccionarios, contra la muerte, contra Vietnam, contra el
Vietnam de acá, contra el exterminio, contra la bomba atómica, contra los que
intoxican la tierra y los mares. A favor de hablar el lenguaje de los pájaros,
a favor de ver las estrellas que iluminan cada día nuestra vida si nosotros
sabemos abrir los ojos. Es el momento de la paz también, el momento de la
relectura de la Biblia, el descubrimiento de Cristo, de Buda, de la meditación,
de la autocrítica sagaz. Es el fin de la infancia, el fin de la familia, el fin
del la dialéctica psicoutilitarista, el fin del socialismo y el capitalismo
como traducciones bastardas del lenguaje de la evolución, ideologías para
destruir el brillo creativo de los hombres y someter la vida a mecanismos
estadísticos… Era una poesía láser la que sentía, llevaba adelante con el grado
de fervor maldito, la poesía maldita que se requiere para que uno se saque las
entrañas.”